Parecía que no, que la cosa iba muy lenta, pero de repente han ido creciento pimientitos en todas las flores, y ahora tenemos una pequeña cosecha en casa de pimientos que pican como el diablo.
Un poco de tierra, un botellero de bar reciclado, tierra y unas matitas de pimientos y en pocos meses a disfrutar de unos pimientos ecológicos y sabrosos. Ideales para unas tapitas y algo de beber bien fresco.
Estoy preparando un riego gota a gota para que solo tenga que bajar a recogerlos, jojojo.
Ya veremos que tal.
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