miércoles, 30 de abril de 2008

Bolas de seitán.

Ingredientes:

200 g de gluten de trigo.
Un vasito de café de salsa de soja.
Sal al gusto.
Canela.
Pimienta blanca.
Anis.

Preparación:

El gluten de trigo se puede adquirir en cualquier herbolario (también lo podemos extraer con nuestras manos, pero es un proceso más largo), su precio es un poco elevado, pero da de sí, con 200 g podemos conseguir dos buenas bolas de seitán para 4 personas, por lo menos.
El truco está en tamizar el gluten antes de mezclarlo con el agua o el caldo que vayamos a utilizar para convertirlo en masa. Se trabaja sobre él como si fuese harina para hacer un pan.
Mezclamos el gluten, con la sal y las especias mientras lo amasamos en un cuenco donde añadiremos la salsa de soja y el agua.
Tenemos que tener en cuenta que es un alimento insípido por si mismo, y que absorve los sabores del líquido donde sea cocido,o en los que se encuentre sumergido, así que tendremos que añadir especias y sal generosamente.
Una vez tengamos una masa con consistencia, la colocaremos en una olla grande, ya que al cocerse gana tamaño. A fuego lento, dejaremos cocer en agua entre 25 y 40 minutos, según la consistencia que desees.
El seitán tras esta cocción está listo para utilizar en tus cocidos, asados, salteados, marinados, platos combinados... Es un alimento versátil que puede emular la textura de la carne.
Es muy apreciado por las personas que se inician en el vegetarianismo y en la cocina rápida (una vez hechas las bolas).

Recomendaciones, cocinando el seitán:
Me encanta hacer bolas de seitán para los cocidos típicos con patata, zanahoria, judias, garbanzos... La combinación de canela, pimienta blanca y anis estrellado le dota de un sabor muy recurrente.
También en asados, con patatas y cebollas, con tomate, ajos y cacahuetes machacados, y el seitán especiado con pimentón de la vera y hierbas provenzales.
Marínalo durante 24 horas en la nevera, una vez cocido, en un envase hermético con aceite, sal, pimentón picante, cebollino, ajos, orégano, perejil y cominos.
Salteado con pimentón de la vera, vino tinto y un par de cayenas.

domingo, 27 de abril de 2008

Almíbar de cerveza y azafrán.

Ingredientes:

1 botella de cerveza (1/3), a poder ser tostada y fuerte.
Unas hebras de azafrán.
200 g. de azúcar blanquilla.

Preparación:

Sencilla y muy dulce. Abrimos la cerveza y, en una olla o cazo de metal a fuego medio, la vertemos. Añadimos el azúcar y el azafrán, removiendo para que no se pegue el azúcar.
El almíbar estará hecho cuando el agua de la cerveza vaya evaporándose y quede un almíbar denso. Cuando enfríe al cabo de unas horas, colocar en un biberón de cocina.

Almíbar de cerveza y azafrán, nunca me lo hubiera imaginado.
En la línea de apoyo a postres, este almíbar tiene un sabor delicioso que sorprende a todo el mundo. Una combinación poco habitual en nuestra gastronomía, por lo caro del azafrán, y por la costumbre generalizada de beberse las cervezas...jejeje...Si tenéis ocasión, pruébalo, no te decepcionará.

Herencias y postres.
Las personas que nos iniciamos en el veganismo solemos tropezarnos con distintas "trabas" en lo relacionado a los hábitos gastronómicos, derivados de los usos culturales y de la herencia de nuestra anterior condición de omnívoros (en su mayor parte). Tanto es así que muchas personas echan de menos elementos en su dieta, como por ejemplo: la textura y sensación de saciedad de la carne, el queso, la repostería, la comida rápida... Hay casos en los que estas ausencias de los hábitos les llevan a abandonar la dieta vegana. Hace tiempo que todas esas sensaciones las dejé atrás, y de un tiempo a esta parte, la repostería ha sido una de los horizontes que me hacen trabajar en el perfeccionamiento de los postres de cara a las cenas que ofrecemos en la Quimera csa. Poco a poco las tartas se han ido convirtiendo en postres habituales, demostrando que los postres tradicionales pueden ser sustituidos por ingredientes sin sufrimiento animal.
Ahora los complementos de los postres, que hacen de cada porción de tarta y mundo nuevo, con los almíbares, reducciones y mermeladas, la cocina es un mundo inagotable de sabores para ofrecer a las personas que quieran pasar a degustar una dieta sin productos animales ni derivados.

Reducción de fresas y cava.

Ingredientes:

1 botella de litro de cava.
1/2 k. de fresas maduras.
1/4 k. de azúcar blanquilla.

Preparación:

Ponemos en una olla de metal a hervir el cava a fuego lento. Le vamos quitando el pezón a las fresas y retirando las partes que tengan el micelio previo a la putrefacción, troceamos el resto, y lo vamos añadiendo al cava, junto con el azúcar. Lo movemos constantemente, para que la pulpa de las fresas no se pegue. Lo tapamos con una tapa que permita la evaporación, y lo dejamos a fuego lento durante al menos 1 hora, pero debemos acordarnos de ir moviéndolo de vez en cuando.
Cuando el cava haya reducido a la mitad, pasamos la reducción por un colador y separamos la pulpa gruesa del resto, y volvemos a poner en el fuego, hasta que quede con una consistencia viscosa, sin líquido.
Dejamos enfríar en la misma olla, y al cabo de unas horas, lo pasamos a un biberón de cocina, para utilizar como aderezo para postres.

¿Fresas maduras?
Seguro que alguna vez te ha pasado que te haces con unas fresas que de una manera o de otra, cuando decides comertelas es demasiado tarde y están blandas o con una buena capa de micelio por encima. ¿Qué hacemos entonces?¿las tiramos? Es el momento de sacarse de la manga una de esas botellas de las que jamás logras deshacerte en diciembre o bien porque no bebes o porque no te gusta el cava. Ya ves, dos pájaro de un tiro...Además queda delicioso.

Fresas y champagne....
Sí, si tienes esa espinita clavada en el corazón de las pelis de asquerosos burgueses que se las dan de ricachones haciendo alusión a fresas y champagne como una delicia solo al alcance de una clase privilegiada...jajaja, para que veas que no es oro todo lo que reluce, esta reducción le pega mil vueltas a sus delirios de grandeza, convirtiendo fresas de reciclaje y cava olvidado en el armario de la alhacena en un detalle magistral para los postres de los pobres.

¿Cómo utilizarla?
Una vez puesta en el biberón, solo debemos darle caña, y agitarlo a la hora de dejar una tarta cubierta de nuestra reducción. Con pases rápidos y certeros, convertiremos nuestro plato de postre en una maravilla visual digna de los platos de la nouvelle cuisine.
Podemos utilizarlo como si fuese caramelo o como mermelada en tostadas...
El dilzor es muy concentrado, así que para según que paladares puede ser un poco saturado.

miércoles, 16 de abril de 2008

Mermelada de tomate y manzana.

Ingredientes:

2 kg de tomates maduros.
500 g de manzanas.
750 g de azúcar blanquilla.

Preparación:

Troceamos el tomate maduro y las manzanas peladas, y lo colocamos en una olla no reactiva, de acero,por ejemplo. Vertemos 1/2 litro de agua y el azúcar sobre los ingredientes, lo movemos hasta que se mezcle bien, y lo ponemos a fuego lento, moviéndolo continuamente, hasta que reduzca y quede con una consistencia gelatinosa.
Debemos dejar que se enfríe por si misma, unas 12 horas, para cambiar la de envase. Si vamos a separar para conservar, debemos de higienizar los frascos y hervirlos al baño maría con la mermelada para crear el vacío.

mmmmm, ¿mermelada de tomate?
Si, cuando tengo muchos tomates de reciclar, cuando estamos en temporada, las cajas de tomates se amontonan y el calor hace que se echen a perder pronto. Tomate para ensalada, tomate rayado, salsas de tomate...llega el momento de convertirlo en mermelada.
El tomate dulce es un toque distinto, sorprendente y útil para platos combinados y arroces orientales.

¿Cómo se hace para conservar las conservas?
Bueno, cada conserva tiene su modo de conservación. Para las mermeladas el azúcar es el agente conservante, como para los almíbares. En otro tipo de conservas se utiliza la sal, el vinagre, el aceite...
En este enlace podéis encontrar información sobre conservas (no he encontrado ninguno mejor), yo he utilizado un libro para tomar las medidas e informarme sobre los modos de conservación.

.....
No hay foto porque se me roto la cámara, así que de momento las recetas irán sin foto...es una lástima.

jueves, 3 de abril de 2008

Ensalada fresca con pan de higo.


Ingredientes:

200 g. de verdura variada, cocida.
Unas hojas de lechuga.
30 g. de maiz dulce.
Unas lonchas de pan de higo con almendras.
Un poco de sojanesa.
Eneldo.

Preparación:

Preparamos unos taquitos finos de verdura variada (patata, zanahoria, judias, nabo...) y le damos un leve hervor en agua con sal, unos 6 minutos. Colocamos rápidamente la verdura en un bol con agua y hielos, y la dejamos reposar. Mientras picamos las hojas de lechuga, cortamos las lonchas del pan de higo y preparamos la sojanesa. Escurrimos la verdura y la mezclamos con la sojanesa, la colocamos en el centro del plato y sobre ella ponemos la lechuga, las lonchas de pan de higo y el maiz coronando la ensalada. Un poquito de sal por encima y una pizca de eneldo. Lista para servir.

Ensaladilla de ripio.
Esta ensalada es muy útil para esos días calurosos en los que tenemos sobras de un hervido o un guisado en la nevera, ya que con la verdura cocida, tenemos el plato casi preparado, solo hay que añadir un par de ingredientes y la ensaladilla está lista.
Las sobras en la nevera muchas veces nos facilitan la preparación de platos totalmente distintos al original que preparamos el día anterior.

La sojanesa ¿la preparamos en el momento?
Esta salsa es perfecta para estas ocasiones, porque aguanta muy bien en la nevera y puede ser la compañera que decida la puesta en escena de la ensaladilla, encontrándose ambos ingredientes en la nevera y nuestros ojos buscando que preparar para la comida.

Bajoqueta con tomate.


Ingredientes:

200 g. de bajoqueta (judias verdes, sirve tanto la plana como la boby).
100 g. de tomates rayado.
5 dientes de ajo picados.
Sal.
Aceite de oliva.
Una pizca de azúcar.
Una pizca de pimienta.
2 o 3 hojas de laurel.

Preparación:

Lavamos, y troceamos la bajoqueta, quitando el pezón, en trozos medianos, y los ponemos a sofreir en una sartén con un chorro de aceite de oliva caliente a fuego medio, y ponemos una tapa encima. Mientras las judias se van pochando, rayamos el tomate y picamos los ajos. Cuando la bajoqueta esté blandita, subimos el fuego y añadimos el ajo, salteamos hasta que se dore el ajo. Enseguida ponemos a sofreir el tomate, a fuego lento, junto con la sal, el azúcar, la pimienta y el laurel, tapando nuevamente la sartén, en cuestión de 10 minutos estará preparado, cuando haya perdido el agua y la salsa de tomate haya quedado ligada.

¿Y para esta receta has tardado un mes en escribir? Pues vaya...
Ea, pues sí, el tiempo pasa más deprisa de lo que parece y los ánimos se agotan más de lo que desearíamos. Mi intención era darle más marcha al blog, pero que se le va a hacer, podría decir que intentaré subir recetas con menos dilatación en el tiempo, pero ¿para qué prometer cosas que no sé si voy a cumplir?