Preparación:
Preparamos una tisana de té negro azucarado en una proporción de 3 gramos de té y 100 gramos de azúcar por cada litro de agua. Dejamos que se enfríe.
Cuando la tisana esté a temperatura ambiente, vertemos el contenido en un envase de cristal que tenga la boca del mismo tamaño que el centro del envase (más o menos), ya que el hongo se adapta hasta cubrir toda la superficie de la tisana. Debemos poder sacar el hongo para poder limpiarlo, de modo que no es recomendable utilizar en esta fase una botella de cuello estrecho.
Una vez en el frasco, colocamos dentro el hongo y cubrimos la boca con una tela que permita la transpiración e impida la entrada de polvo o insectos.
Dejamos reposar durante unos 10 o 12 días en los que el hongo realizará su trabajo, fermentando la tisana y convirtiendo el azúcar en una mezcla de ácidos aptos para el consumo humano, además de una cantidad despreciable de alcohol etílico.
Colamos con una muselina, no con metal, la kombucha y la colocamos en unos recipientes herméticos en la nevera, a partir del día siguiente se puede consumir, cuando se ha detenido la fermentación.
El resultado es una bebida tipo sidra con sabor a té muy apreciada en oriente. Es una bebida refrescante y muy rica.
El proceso debe repetirse indefinidamente para evitar la muerte del hongo. Esto que supone que tendrás cada 10 o 12 días una bebida refrescante en tu nevera para disfrutar.
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*Sustituto natural de las bebidas carbonatadas y refrescos megazucarados.
*Se puede preparar con té verde también.
*Una vez dadas las proporciones, solo hay que adaptarlo a las necesidades, ya que sabiendo el tiempo que se emplea en su fermentación (10/12 días) podemos crear diferentes fases de crecimiento, ya que el hongo se reproduce por capas, creando colonias nuevas que pueden utilizarse en otros envases.
*Pasa los hongos de kombucha que te sobren a las personas que conozcas de manera solidaria, no lo vendas!
Preparamos una tisana de té negro azucarado en una proporción de 3 gramos de té y 100 gramos de azúcar por cada litro de agua. Dejamos que se enfríe.
Cuando la tisana esté a temperatura ambiente, vertemos el contenido en un envase de cristal que tenga la boca del mismo tamaño que el centro del envase (más o menos), ya que el hongo se adapta hasta cubrir toda la superficie de la tisana. Debemos poder sacar el hongo para poder limpiarlo, de modo que no es recomendable utilizar en esta fase una botella de cuello estrecho.
Una vez en el frasco, colocamos dentro el hongo y cubrimos la boca con una tela que permita la transpiración e impida la entrada de polvo o insectos.
Dejamos reposar durante unos 10 o 12 días en los que el hongo realizará su trabajo, fermentando la tisana y convirtiendo el azúcar en una mezcla de ácidos aptos para el consumo humano, además de una cantidad despreciable de alcohol etílico.
Colamos con una muselina, no con metal, la kombucha y la colocamos en unos recipientes herméticos en la nevera, a partir del día siguiente se puede consumir, cuando se ha detenido la fermentación.
El resultado es una bebida tipo sidra con sabor a té muy apreciada en oriente. Es una bebida refrescante y muy rica.
El proceso debe repetirse indefinidamente para evitar la muerte del hongo. Esto que supone que tendrás cada 10 o 12 días una bebida refrescante en tu nevera para disfrutar.
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*Sustituto natural de las bebidas carbonatadas y refrescos megazucarados.
*Se puede preparar con té verde también.
*Una vez dadas las proporciones, solo hay que adaptarlo a las necesidades, ya que sabiendo el tiempo que se emplea en su fermentación (10/12 días) podemos crear diferentes fases de crecimiento, ya que el hongo se reproduce por capas, creando colonias nuevas que pueden utilizarse en otros envases.
*Pasa los hongos de kombucha que te sobren a las personas que conozcas de manera solidaria, no lo vendas!